A comienzos del siglo XX, los países industrializados no tenían normas de protección para la infancia. Frecuentemente, los niños trabajaban con los adultos en condiciones insalubres e inseguras. El creciente reconocimiento de la injusticia que entrañaba esta situación, producto de una comprensión más profunda de las necesidades de desarrollo de los niños, llevó a la creación de un movimiento para proteger mejor a la infancia.
Las normas internacionales sobre los derechos del niño avanzaron notablemente durante el siglo pasado; sin embargo, persisten problemas para que esos ideales lleguen a ser realidad y garantizar de forma plena y efectiva los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Frente a la imperiosa necesidad de generar mecanismo de protección hacia las infancias se comienzan a gestar diferentes movimientos y propuesta, en pos de conquistar derechos y establecerlos a través de tratados y pactos internacionales.
Actores como Naciones Unidas y UNICEF, entre otros, cobran una gran importancia en este escenario de conquista, siendo el motor de actividades y proyectos que luego darán sus frutos y se verán reflejados en las legislaciones, que al día de hoy continúan vigentes y en constante mejora.
Así es, como el 20 de noviembre de 1989 se firma la Convención Internacional de los Derechos del Niño, la cual marcara un antes y un después en la historia, y además fue sustento de legislaciones locales.
Entre los puntos principales la convención hace principal énfasis en concebir a Niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, donde El interés superior de los mismos debe ser una consideración esencial en todas las medidas concernientes a la infancia.
Rescatamos algunos puntos principales de este tratado:
La gestación subrogada, se utiliza cada vez más como método de formación de familias en todo el mundo.
Los niños y niñas concebidos mediante gestación subrogada gozan de los mismos derechos fundamentales que todos, según establece la Convención Internacional de Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Sin importar las posturas de cada país sobre la gestación subrogada, todos los Estados tienen la obligación moral y legal de proteger y promover los derechos humanos de estos niños y niñas sin distinción, sin discriminación, lo que incluye garantizar la existencia de marcos legales y reglamentarios apropiados a nivel nacional para proteger y promover sus derechos
No podemos pensar ni avalar ningún tipo de normativa o discurso que intente vulnerar los derechos de niños/as nacidos a través de subrogación. Es imperioso trabajar sobre todo en el pleno goce de derechos como son: su derecho a la identidad, incluidos el nombre, la nacionalidad, las relaciones familiares y el acceso a sus orígenes; como así también el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud.
Como adultos nos encotramos frente a la inmensa tarea de garantizar los derechos, como así también de brindar las herramientas y medios necesarios para que niños y niñas puedan gozar de forma plena y efectiva de sus derechos.