La criopreservación es una técnica innovadora que desempeña un papel vital en los tratamientos de fertilidad, ya que permite congelar y almacenar óvulos y embriones para su uso futuro.
Este procedimiento ofrece una flexibilidad única, brindando opciones para mujeres y parejas que desean retrasar la maternidad o preservar la fertilidad debido a condiciones médicas.
La criopreservación comienza con la estimulación ovárica, un proceso en el que se administran medicamentos hormonales para estimular a los ovarios a producir múltiples óvulos. Luego, estos óvulos se recolectan mediante una punción ovárica guiada por ultrasonido.
En el caso de los embriones, tras recoger los óvulos, estos son fecundados con esperma en el laboratorio, y los embriones resultantes se controlan durante unos días antes de congelarlos.
Existen dos técnicas principales de criopreservación: la congelación lenta y la vitrificación.
La congelación lenta fue el método pionero, pero ha sido reemplazada en gran medida por la vitrificación, una técnica más nueva y eficiente.
La vitrificación es un proceso ultrarrápido que previene la formación de cristales de hielo que podrían dañar las células, lo que resulta en una mayor tasa de supervivencia de óvulos y embriones después de la descongelación.
La criopreservación ofrece varias ventajas. Para las mujeres que desean retrasar la maternidad, la congelación de óvulos les permite preservar su fertilidad en un momento en que los óvulos son más jóvenes y potencialmente más viables.
Para las parejas que se enfrentan a tratamientos de fertilidad, la congelación de embriones permite realizar múltiples ciclos de FIV sin la necesidad de repetir todo el proceso de estimulación ovárica y recolección de óvulos.
Además, en casos de enfermedades como el cáncer, congelar óvulos antes de tratamientos como la quimioterapia puede ser una opción valiosa para preservar la posibilidad de tener hijos en el futuro.
Cuando la paciente o pareja decide utilizar óvulos o embriones congelados, el proceso de descongelación se realiza con cuidado.
Los embriones descongelados se transfieren al útero de la mujer, mientras que los óvulos descongelados pueden ser fertilizados y los embriones resultantes implantados posteriormente.
Gracias a los avances en la vitrificación, las tasas de éxito de embarazos con óvulos y embriones previamente congelados son comparables a las tasas de ciclos frescos.
La criopreservación es una herramienta poderosa en el arsenal de la medicina reproductiva y ofrece esperanza y opciones a muchas personas.
Ya sea para preservar la fertilidad antes del tratamiento médico, retrasar la maternidad por motivos personales o maximizar las posibilidades de una FIV exitosa, la congelación de óvulos y embriones es un avance que cambia la vida.
Es importante conversar con especialistas en fertilidad para comprender todas las implicaciones y beneficios de esta técnica, asegurando que cada decisión esté informada y alineada con los objetivos personales de cada paciente.